Por Adriana Derosa.
Se dice así, todo junto. Como un sinfín. Como lo que termina y vuelve a comenzar. Valanaveva, como la zozobra: esa inquietud, ese desasosiego que aparece cuando la embarcación se tambalea y vuelca, y hace saber a todos que la tragedia es inminente, pero aún no ha terminado de declararse. La nave llega a estar patas arriba, pero aun flota. La nave…va, porque todavía no ha perdido la flotabilidad.
¿Cuánto puede durar esa zozobra? ¿Cuánto podemos correr por la cubierta desesperados, hartos del hacinamiento y la inmundicia? Angustiados, estafados, hambreados, vestidos con jirones, peleándonos entre nosotros, conformes con que todavía respiramos, por más que cada tanto caiga alguno al agua y renueve nuestra angustia, cíclicamente.
Claro que la pieza teatral está atravesada por la metáfora, y aquí los responsables no son el viento ni las olas. Aquí las velas y el timón están en manos de un Sistema: un orden que alternativamente humilla y expulsa, una bestia que se alimenta de tiempo y de memoria.
Los creadores son Antonio Mónaco y Silvia de Urquía, bajo la dirección de Mónaco, y llevan al público de la mano por este viaje doloroso pero esperanzador, en el que todos terminaremos con la vista puesta en el cometa, que -como una estrella de Belén- promete que hay una posibilidad de recuperar el mando, si es que lo acordamos. Si nos resistimos al olvido, que pretende dejarnos en mitad del naufragio.
- Lalo Alías, Agustina Anzoátegui, Pedro Benítez, Silvia de Urquía, Gonzalo Funes, Cecilia Martín, Antonio Mónaco y Diana Saez son los actores que interpretan a los tripulantes de esta nave, y dinamizan la escena con un ritmo exigente, tanto en lo corporal como en lo emocional.
Hay una voz coral que obliga a los personajes a desplegarse sin estridencias ni protagonismos, a trazar un equilibrio en la desgracia, en el dolor. Para dar relieve a ese entramado, una iluminación que cobra relevancia: calles, claroscuros, velas, todo lo que sume a la hora de destacar la expresión de un relato que – como solo el arte puede- se adelantó a la Historia.
La próxima función es el 9 de diciembre en El club del Teatro. Ojalá nos encuentre juntos, porque este andar hombro con hombro y este pensar las cosas en compañía de los otros son hoy nuestra única salida.