La Casa Curutchet, la única obra del arquitecto suizo-francés Le Corbusier en Latinoamérica, está en proceso de venta, y será adquirida por el Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires (CAPBA), que alquila la joya arquitectónica ubicada en avenida 53 entre 1 y 2 en La Plata, desde hace 33 años.
La emblemática casa pertenece a una Sociedad Anónima formada por algunos familiares del cirujano Pedro Domingo Curutchet, quién en 1948 se contactó con Le Corbusier, quien ya era el arquitecto más importante del mundo, para construir una casa y consultorio en La Plata.
Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2016, este inmueble no solo es un hito arquitectónico, sino que también se convirtió en un centro cultural y académico. Además, fue declarada Monumento Histórico Nacional en 1987 y de interés provincial y turístico. En 2010, el Senado bonaerense la declaró “de utilidad pública y sujeta a expropiación” para preservar y difundir su valor cultural y arquitectónico.
La compra por parte del Colegio de Arquitectos busca fortalecer su función como museo y la casa continuará ofreciendo visitas guiadas y se convertirá en un centro de divulgación y protección del patrimonio, con exposiciones, talleres y eventos privados.
Un poco de historia
La Casa Curutchet fue delineada por encargo para el médico platense y de su construcción se encargó nada menos que Amancio Williams, el artífice de la Casa sobre el Arroyo de Mar del Plata. La Casa Curutchet, por lo tanto, constituye una joya de la capital bonaerense a la que todo arquitecto acude, cual Meca sudamericana, al menos una vez en su vida.
En la danza de nombres que sobrevuelan esta historia, el primero que aparece es el doctor Pedro Domingo Curutchet. Nacido en Las Flores en 1901, se radicó en la ciudad de La Plata y egresó con el título de médico de la Universidad Nacional de La Plata en 1929.
Curutchet no era un médico cualquiera. Amaba la música y las artes plásticas, y llegó a ser amigo del pintor Emilio Petorutti.
El 1º de febrero de 1949, a través de un telegrama, Curutchet y Le Corbusier sellaron el vínculo definitivo para iniciar el proyecto.
Si bien comenzó a trabajar Amancio Williams, lo sucedió Simon Ungar. Pero ambos, según cuenta una nota de 0221 sobre la construcción de la casa, terminaron siendo echados por Curutchet. La vivienda tardó seis años en ser construida, costó mucho más de lo que se pensaba y cuando se instaló tenía goteras como cataratas. Pero Curutchet terminó contento, tal como lo reflejó en su última carta a Le Corbusier, donde le dejó en claro que, antes que nada, era su obra: “Esta es ´la casa de Le Corbusier´; me honra ser el propietario”.
Con los años, la casa se ha convertido en un ícono de la ciudad. La visitan turistas de todo el mundo que llegan especialmente a La Plata para verla, fotografiarla y examinarla.
Es protagonista de la película “El hombre de al lado” (2010), realizada por Mariano Cohn y Gastón Duprat con la actuación de Daniel Aráoz. Llegan periódicamente bandadas de croquiseros para dibujarla. Figura siempre como atracción en La noche de los museos platense. (DIB)