La ministra de Salud recordó el consejo que dieron los responsables de las carteras sanitarias de todo el país y explicó la importancia del tapabocas en espacios cerrados. En el mismo sentido se pronunció Nicolás Kreplak. En las escuelas porteñas desde hoy ya no es obligatorio.

La ministra de Salud, Carla Vizzotti, ratificó la recomendación del uso de barbijos en espacios cerrados y confirmó que la decisión del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires de liberar la utilización de esos elementos de protección en las escuelas fue unilateral y va a contramano de una decisión del Consejo Federal de Salud, tomada apenas la semana pasada.

“Recomendamos el uso del barbijo porque es una de las herramientas que ha demostrado disminuir la transmisión de todos los virus respiratorios”, puntualizó la titular de la cartera sanitaria al ser consultada sobre si era relevante o no el uso de tapabocas en un período de disminución de casos de coronavirus.

La recomendación fue votada “de manera unánime” por todos los responsables provinciales de las carteras de Salud durante una reunión que mantuvieron el viernes pasado en el marco del Cofesa.

Preocupación por el aumento de casos de gripe

Durante ese encuentro, los ministros y ministras de Salud de todo el país expresaron su “preocupación” ante “el aumento de enfermedades respiratorias en el ámbito escolar, que es un lugar donde las chicas y chicos están un tiempo prolongado y en contacto permanente”, fundamentó Vizzotti durante una entrevista por Radio 10.

El dato revela, entonces, que la decisión del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta de liberar el uso de barbijos a partir de hoy y en todas las escuelas porteñas contraría el criterio sanitario acordado por todas las carteras sanitarias de la Argentina.

El fin de la obligatoriedad para la utilización del barbijo fue anunciada por el jefe de gobierno de Juntos por el Cambio el viernes pasado, el mismo día que el Cofesa recomendó lo contrario. El argumento de Rodríguez Larreta fue que esa medida favorecería el “bienestar socioemocional” de los estudiantes de los niveles inicial, primario y secundario.

“Los niños son una población muy susceptible”

Vizzotti sostuvo que, por el contrario, “la recomendación de sostener el uso del barbijo fue unánime no solo en las escuelas sino en todos los lugares cerrados”. Sobre todo, agregó, “teniendo en cuenta la presencialidad plena, el inicio del otoño” y la aparición “inusitada y adelantada del virus de influenza, que tiene la misma vía de transmisión que el Covid y que en este momento tiene un impacto muy importante en pediatría”.

“Los niños y las niñas son una población muy susceptible” al contagio de virus respiratorios y, por eso, “es importante sostener el uso del barbijo”, insistió.

Además, añadió, “estamos esperando que en invierno haya un aumento del número de casos y cuanta más protección haya más importante para que no hayan más internaciones ni más muertes”.

Quien también salió al cruce de la decisión unilateral del gobierno porteño de quitar la obligatoriedad del tapabocas en las escuelas fue el ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak.

El funcionario no solo ratificó que la provincia de Buenos Aires seguirá la recomendación votada en el Cofesa sino que también cuestionó a Juntos por el Cambio de “boicotear” esa medida preventiva con decisiones “irresponsables”.

“Son decisiones que tienen que ver con diferenciarse políticamente y le hacen mal al sistema de salud, porque el sistema toma salud en conjunto”, consideró el ministro y sentención: “Si nos corremos para seguir un molde de focus group, le hacemos poco bien a la salud”.

Durante una entrevista por AM750, Kreplak recordó que el intendente de La Plata, el macrista Julio Garro, tomó la semana pasada una decisión similar a la de Larreta. “Tiene que ver con una intencionalidad política que genera confusión, es inconsulta, no está basada en conocimiento científico y es irresponsable”, calificó.

Recordó que las medidas de este tipo son tomadas por los mismos intendentes que, en tiempos de pico de la pandemia “boicoteaban los cierres” de actividades y generaban las condiciones para un aumento de contagios.