El ministro de Hacienda no se ajusta: usa taxis aéreos para reuniones de rutina, pagó catering con Lagarde en su casa y pide golosinas para su oficina.
Aplicando fondos del Estado, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, utiliza aviones privados con un costo que supera los 170 mil pesos para vuelos de cabotaje, organiza comidas en su casa a razón de 3 mil pesos por comensal y encarga alfajores de la marca Chocoarroz; en tanto, su jefe de Gabinete, Ariel Sigal, gastó más de 5 mil dólares en una cena, según información a la que tuvo acceso PERFIL.
El presidente Mauricio Macri suele enfatizar a colaboradores que la austeridad debía ser una prioridad de su gobierno. Sin embargo, parece ser que la directiva de austeridad no llegó justo al ministerio que debe ocuparse del gasto. Al menos eso es lo que se ve en la contratación de aviones privados. No se conocen razones por las cuales el ministro de Hacienda haya tenido que salir de urgencia hacia la Ciudad de Posadas el 21 de junio del año pasado para lo cual contrataron un avión privado a la empresa Sapsa Líneas Aéreas con un costo de 172.725 pesos.
El área de prensa del ministro de Hacienda respondió que “la política del Ministerio es que no se contratan aviones privados”. Pero agregaron que “la única excepción puede darse por la imposibilidad del ministro de cumplir funciones en dos lugares diferentes y que no haya vuelos de líneas disponibles”.
Sin embargo, y de acuerdo con la documentación a la cual accedió este medio, el Ministerio solicitó cotización de vuelos privados para el 10 de mayo de 2017 con destino a La Rioja para “participar de la reunión de funcionarios de la provincia”.
El precio más conveniente lo ofertó la empresa Sapsa Líneas Aéreas cotizando un Lear Jet 45XR con capacidad para 8 pasajeros por 10.490 dólares. También se solicitó cotización para un viaje a Mar del Plata por un costo de US$ 6.200.
En otra oportunidad, el ministro Dujovne viajó en un avión privado a Salta según surge de la nota enviada para solicitar la contratación por la “cual se estima con un costo aproximado de US$ 15 mil (quince mil dólares estadounidenses) o su equivalencia en pesos argentinos AR$ 234.750 (doscientos treinta y cuatro mil setecientos cincuenta pesos argentinos), según el cambio del día de la fecha fijado en AR$/US$ 15,65”. Conforme consta en el expediente 864210/2017, el viaje se realizó satisfactoriamente.
Chocoarroz. Un memorándum del 9 de marzo del año pasado dirigido por la secretaría privada del ministro al área de Ceremonial señala textualmente: “Solicitamos tengan a bien proveer stock necesario del ítem Chocoarroz para las diversas reuniones de trabajo del señor ministro que se llevan a cabo en este Palacio de Hacienda”.
El precio de una caja de 24 unidades del referido producto ronda los 360 pesos. Según se comenta en los pasillos del Ministerio de Hacienda, este pedido inusual causó más de un problema administrativo, ya que no se acostumbra la provisión de golosinas para el ministro.
Otra práctica que no tiene antecedentes según comentan los memoriosos del Palacio de Hacienda es la realización de comidas en la casa del ministro. Pero Dujovne innovó al llevar a cabo en su residencia un agasajo nada menos que para la directora del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, el 15 de marzo pasado. Según consta en el expediente EX -2018-10876985 –APN-DNEYN#MHA de fecha 13 marzo se solicitaron tres presupuestos, siendo adjudicada a la empresa EAT Catering por un monto total de $ 31.100 para atender a diez personas.
Se trata de la misma empresa que se encargó de la comida en oportunidad de la visita al país de la representante de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Gabriela Ramos, hacia mediados del año pasado. Se trató de un brunch excelente, según participantes, que se realizó a las 11 horas en el microcine de Hacienda. Había de todo: minicroque monsieur, brochetas de fruta, jugos e infusiones.
Pocos días después, el 20 de marzo último, Dujovne invitó a la delegación encabezada por el ministro de Hacienda de Brasil de la que participaron 17 comensales con un costo 51.425 pesos y en esta oportunidad la empresa adjudicataria fue Galindez Catering. El invitar a comer a la casa con gastos pagos por el Estado no es una práctica válida para ministros, sí para embajadores, explican en áreas oficiales.
Comidas en Washington
Otros gastos llamativos del área de Hacienda son los que efectuó el jefe de Gabinete, Ariel Sigal. En ocasión de participar de la reunión de abril del Fondo Monetario de 2017, Sigal realizó “un almuerzo de trabajo con funcionarios” en el restaurante Fiola Mare de Washington para 27 comensales por el cual el Estado argentino abonó 5.389 dólares, aunque en la rendición no identifica quiénes participaron del ágape. La factura contempla entre otros gastos, el consumo de ocho botellas del vino Nobile di Montepulciano Avignonesi 2013 por el que se pagó a razón de 75 dólares por botella. Se trata de un vino de la Toscana italiana con calificación 91 en la prestigiosa revista Wine Spectator. En ese mismo almuerzo también degustaron cocteles y tragos. En el mismo viaje Sigal contrató en Washington un chofer que lo asistió durante cinco días por un total de 1.425 dólares, el monto es razonable en función de lo que se paga en la capital estadounidense, pero no es habitual que se contrate este servicio, salvo para el ministro.
El siguiente viaje a Washington con motivo de la reunión del FMI, en octubre, Sigal volvió al restaurante Fiola Mare donde también compartió “una reunión de trabajo” con 11 participantes por la cual abonaron 2.419 dólares. En esta ocasión consumieron seis botellas de vino de diferentes marcas.
La línea que baja Macri
El presidente Mauricio Macri en más de una oportunidad planteó a sus colaboradores que la austeridad debía ser una de las características de su gobierno. Por esta razón, una de las primeras medidas que adoptó cuando asumió el cargo fue suprimir las comidas gratis para los ministros y restantes funcionarios. Hoy, para almorzar en la Casa Rosada deben abonar unos 250 pesos.
“Tenemos que ser muy cuidadosos con los gastos públicos porque es el dinero de la gente”, suele recordar el primer mandatario a sus colaboradores. Esta directiva no solo tiene que ver con la aplicación de buenas prácticas en la función pública, sino que también se vincula con la demanda de una gran parte de la base electoral de Cambiemos, según surge de las encuestas, que condena la percepción de despilfarro que dejó la anterior administración.
En la Casa Rosada se comenta que el primer mandatario está muy pendiente del tema, no le agrada que se contraten hoteles lujosos, es más se queja si le reservan grandes suites, y también le disgusta que viajen al exterior comitivas numerosas.
De hecho se ha dispuesto desde la Jefatura de Gabinete un estricto monitoreo de los viajes que los funcionarios realizan al exterior. En esta cruzada, el propio Macri condenó públicamente el mes pasado que los legisladores canjearan por dinero pasajes destinados a sus funciones, lo que le generó un disgusto con su aliada, la diputada Lilita Carrió.